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sábado, 30 de mayo de 2015

Un cerebro de plastilina

Fuente: “El cociente agallas” de Mario Alonso Puig.

Durante muchos años se dio por hecho que las neuronas no podían reproducirse como lo hacen otras células menos sofisticadas del cuerpo. Lo que sí se observó fue que en ciertos lugares del cerebro sí se formaban nuevas neuronas. Si las neuronas no se reproducen, ¿de dónde procedían estas nuevas neuronas?

Diferentes estudios llegaron a la conclusión de que lo que ahora eran nuevas neuronas habían sido en su origen células madre, células indiferenciadas, capaces de transformarse en nuevas neuronas. Estas células madre se encuentran alrededor de las cavidades cerebrales, los llamados ventrículos, y son capaces de emigrar hacia otras estructuras cerebrales donde comienzan su proceso de transformación en neuronas.

Cuando mantienes la ilusión, cuando te atreves a superar tu miedo, cuando das un paso adelante en medio de la ambigüedad y de la incertidumbre, cuando sales de tu zona de confort y aprendes cosas nuevas, pones en marcha tu neuroplasticidad y estás favoreciendo que esas células madre se transformen en neuronas y tú te conviertas, si cabe, en una persona aún más capaz. Además, estas nuevas conexiones entre las neuronas son capaces de cambiar recuerdos antiguos que tal vez estaban dañando tu autoestima. Esto va a favorecer que, con el tiempo, te sientas cada vez más sereno, confiado y capaz.

Peter Eriksson, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), demostró que el proceso de neurogénesis o generación de nuevas neuronas a partir de células madre, y la formación de nuevas sinapsis o conexiones con otras neuronas, se produce en humanos a lo largo de toda su vida.

Por eso, tengas la edad que tengas, jamás es tarde para adaptarte a los cambios o para aprender algo nuevo. No dejes que nadie te convenza de lo contrario. En esta vida hay demasiados ladrones de sueños, personas especializadas en decirnos todo lo que nunca llegaremos a alcanzar. Claro que puedes, lo que pasa es que para ello has de esforzarte y tener paciencia porque la neurogénesis no es un fenómeno que suceda de forma inmediata, sino que es todo un proceso y por eso lleva su tiempo. El proceso dura unas tres semanas de media y, por eso, empezar a desarrollar un nuevo hábito lleva también este tiempo.

De momento, se ha observado que la neurogénesis tiene lugar tan solo en dos lugares del cerebro: el bulbo olfativo y el hipocampo.

Tenemos dos bulbos olfativos que recogen los olores y los aromas; de ahí, la información llega fundamentalmente a nuestro sistema límbico o cerebro emocional. Por esta razón el olfato tiene un componente tan emotivo y puede evocar tantos recuerdos.

En cuanto a los hipocampos, son estructuras esenciales para aprender cosas nuevas y ejercen, además, un control sobre los centros amigdalinos, que están justo delante de ellos y que son los que generan la emoción del miedo. Por eso, cuando con ilusión, persistencia y paciencia vas en pos de tus sueños, al favorecerse la neurogénesis, también está aumentando el grosor de tus hipocampos por lo que cada vez vas a sentirte más valiente y, por tanto, vas a poder actuar con más decisión y audacia.

Fred Cage, del Instituto Salk, en La Joya (San Diego) ha demostrado que la estimulación y el ejercicio físico en ratones pueden multiplicar por tres el número de neuronas en su hipocampo.

El ejercicio físico favorece la neuroplasticidad. Si te da pereza, por lo menos muévete más. El movimiento es importante, porque durante el mismo se segrega BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) que favorece tanto la formación de nuevas conexiones entre las neuronas como el proceso de neurogénesis.

La meditación tiene también un claro impacto positivo en lo que a neuroplasticidad se refiere. Te recomiendo que reserves cinco minutos por la mañana, cuando ya estés un poco despierto, para conectar contigo mismo. Sigue simplemente el ritmo de tu respiración y observa atentamente lo que notas en las distintas partes de tu cuerpo. Esta práctica llamada mindfulness, aportará beneficios en tu salud, claridad mental y en tu autoestima.


lunes, 25 de mayo de 2015

Las palabras de elogio y ánimo

“Las palabras de elogio y ánimo son el alimento de la ilusión, y la ilusión el alimento de la vida”.
Anxo Pérez

Siempre tengo palabras de ánimo para los que me rodean, pero reconozco que otra de mis asignaturas pendientes, empiezo a pensar que como aprendiza de la vida dejo mucho que desear, es expresar, más a menudo, elogios a cuantos me rodean. Es esto algo que me he propuesto conseguir y me he prometido a mí misma.

Una vez más, como en tantas otras cosas, sigo recibiendo lecciones de mi padre, pues su gran generosidad lo convirtió en un maestro del elogio hasta el final de sus días. A diario, fui testigo de ello, “piropeaba” a todas las personas que lo visitaban en el hospital y murió elogiando a todos y cada uno de los miembros de su familia.

No sé por qué estas cosas no se heredan.


Fuente: “Los 88 peldaños del éxito” de Anxo Pérez.

«Piropea más. Y hazlo por dos motivos: porque le alegras la vida a otro, y porque te la alegras a ti mismo.

Toma la palabra “piropear” no solo como sinónimo de “decir un cumplido”, sino como sinónimo de “dar ánimos”. Cuando entres en contacto con alguien que conoces, piensa en todas aquellas cosas sobre esa persona que te resulten bonitas o agradables: sus virtudes, sus aptitudes, sus talentos, sus zapatos, su forma de pensar, su forma de vestir, su forma de caminar, hablar o sonreír, su amabilidad, o algo que ella hizo anteriormente que hubiese llamado tu atención y que puedas comunicarle al encontrártela. Luego sonríe y sencillamente transmítele abiertamente esas palabras mágicas de elogio y ánimo. No hay ninguna persona que, al oír tus palabras, no note un aumento de su felicidad interior de manera casi inmediata.

Si es así y algo tan sencillo tiene un efecto tan instantáneo y positivo, ¿por qué no hacerlo más a menudo? Elogiar es usar la llave que activa la felicidad de los demás. Es bonito tener ese poder, pero solo lo obtienes en función de cuánto lo usas. No usarlo equivale a no tenerlo.

Las críticas te corrigen un defecto. Los ánimos te corrigen diez.

Tan solo ten en cuenta estas dos reglas:

Sé honesto.

Nunca digas un piropo que no creas. Por una parte, es una falta de respeto hacia el otro porque él o ella tiene derecho a exigir tu sinceridad. Por otro, nunca hace falta mentir porque siempre hay algo bonito que decir. Por mucho que tuvieses que buscar, siempre puedes encontrar algo de la otra persona que no te disgusta e incluso te gusta. Céntrate solo en esa parte más positiva y comunícasela sin maquillaje.

Sé creativo.

Los piropos menos comunes son los más recordados.

La virtud de regalar cumplidos está en que su efecto es bidireccional. No solo alegras la vida a los demás, sino también lo haces con la tuya, ya que es otra forma de programar la mente.

Si te conciencias para que, a lo largo del día, en cada situación, a cada persona con la que entables conversación le regales al menos un cumplido honesto, estarás obligando a la mente a convertirse en un radar que no deja de buscar cosas bonitas que decir, y eso la obliga a pensar en positivo, lo cual tiene un beneficio que cierra el círculo y te salpica de nuevo a ti al hacer que tu vida cambie a positivo».


miércoles, 20 de mayo de 2015

La generosidad interesada

Muchos creen que compartir lo que son y lo mejor de lo que tienen les va a perjudicar, pero ocurre todo lo contrario. Todo lo que das a otros, te lo estás dando a ti mismo.


Este cuento está incluido en el libro “1.229 parábolas, fábulas, reflexiones... para jóvenes y adultos” de Manuel Rodríguez Espejo que, a su vez, lo recoge del libro “La oración de la rana” de Anthony de Mello.

«Un agricultor, cuyo maíz siempre había obtenido el primer premio en la Feria del Estado, tenía la costumbre de compartir sus mejores semillas de maíz con todos los demás agricultores de los contornos.

El resto de agricultores de la comarca, acostumbrados a competir entre ellos y a guardar celosamente sus semillas, estaban intrigados por aquella muestra de generosidad. Por fin decidieron investigar el motivo.

Cuando le preguntaron por qué lo hacía, dijo:

“En realidad, es por puro interés. El viento tiene la virtud de trasladar el polen de unos campos a otros. Por eso, si mis vecinos cultivaran un maíz de clase inferior, la polinización rebajaría la calidad de mi propio maíz. Esta es la razón por la que me interesa enormemente que solo planten el mejor maíz”.

La calidad de vida de quienes conviven con nosotros también repercute en nuestra vida».


viernes, 15 de mayo de 2015

Médico de ti mismo/a

Fuente: “Aprendiz de sabio” de Bernabé Tierno.

Nuestra falta de coherencia en lo que se refiere al cuidado de nuestro cuerpo tiene sobre el ser humano efectos mucho más contundentes y desastrosos que la edad y el envejecimiento.

Durante la primera mitad de nuestra vida, salvo excepciones, la mayor parte de los mortales arruina su salud y, después, son pocos los que, conscientes de su error, dedican la otra mitad de su vida a cuidarse y curarse.

El cuerpo que se tiene a los veinticinco años depende de los genes, pero el que tengamos a los cuarenta, sesenta u ochenta años dependerá del trato que le hayamos dado, de nuestra conducta.

No hay mayor bien en este mundo que “una mente sana en un cuerpo sano” y hemos de obrar en consecuencia con este principio.

Para el cuerpo nada más saludable que una alimentación variada y equilibrada, rica en cereales (preferiblemente integrales) y derivados (pan, pasta…), frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva virgen, vino con moderación, pescado, poca carne roja, bastante yogur y queso, pero poca leche y poco azúcar.

Pero el cuerpo además necesita una vida activa, por lo que es necesario hacer ejercicio físico con regularidad a cualquier edad. Hoy nadie pone en duda que la actividad física frecuente previene la aparición de numerosas enfermedades y mejora la calidad de vida y el bienestar no solo físico, sino mental.

Armonizar cuerpo y mente es la manera más directa y segura de prevenir cualquier enfermedad y también de curarla, puesto que en cualquier enfermedad se produce un desequilibrio en el cuerpo psicofísico por emociones conflictivas como la ira, la depresión, la ansiedad y el estrés, la preocupación, el miedo y la represión o negación de lo evidente.

Del lado positivo, están las emociones saludables que curan como la calma, el optimismo, el autocontrol, la seguridad, la amistad y las conexiones sociales, el júbilo, la felicidad, la risa, la bondad… Hoy sabemos que se da una interconexión entre el pensamiento, el sistema inmunitario y las emociones. Por eso, se dice con razón la actitud mental positiva puede sanar el cuerpo.

¡Cuídate! Siempre, en cualquier tiempo, lugar y circunstancia. Eres lo mejor y más importante que tienes y tendrás: cuida la salud de tu cuerpo, de tu mente y de tus sentimientos.


domingo, 10 de mayo de 2015

Tu verdadera identidad

Fuente: “Reinventarse. Tu segunda oportunidad” de Mario Alonso Puig.

Los seres humanos, nos hemos olvidado de quiénes somos en realidad y hemos adoptado una nueva identidad que, como no se corresponde con nuestra realidad, nos deja siempre, tengamos lo que tengamos, con una sensación de vacío interior.

Para poder llenar esta sensación de que nos falta algo, intentamos adornar esa identidad que hemos tomado para que parezca más llamativa y valiosa. Por eso tantas veces soñamos con esa persona que quisiéramos ser y con esa forma de ser que nos gustaría tener. Nuestro mundo personal y social está lleno de “deberías”, “no deberías”, de “tendrías” y “no tendrías”.

Todas estas exigencias tienen sentido cuando uno se contempla a sí mismo como defectuoso e incompleto, pero no tiene sentido cuando comprende que lo que está más allá de la identidad aparente es una esencia llena de inteligencia, creatividad y amor, y que, por su propia naturaleza, es perfecta, esto es, completa.

Por eso, el entrenamiento que verdaderamente ofrece resultados no es el que nos ayuda a mejorar nuestra falsa identidad, sino aquél que nos ayuda a trascender esa identidad para reencontrarnos con quienes somos en realidad.

Lo que necesitamos es descubrir qué hay realmente detrás de las palabras yo soy.


miércoles, 6 de mayo de 2015

La tienda de la verdad

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.

«No podía dar crédito a mis ojos cuando vi el nombre de la tienda: “LA TIENDA DE LA VERDAD”. Así que allí vendían verdad. La correctísima dependienta me preguntó qué clase de verdad deseaba yo comprar: verdad parcial o verdad plena. Respondí que, por supuesto, verdad plena. No quería fraudes, ni apologías, ni racionalizaciones. Lo que deseaba era mi verdad desnuda, clara y absoluta.

La dependienta me condujo a otra sección del establecimiento en la que se vendía la verdad plena.

El vendedor que trabajaba en aquella sección me miró compasivamente y me señaló la etiqueta en la que figuraba el precio. “El precio es muy elevado, señor”, me dijo. “¿Cuál es?”, le pregunté yo, decidido a adquirir la verdad plena a cualquier precio. “Si usted se la lleva”, me dijo, “el precio consiste en no tener ya descanso durante el resto de su vida”.

Salí de la tienda entristecido. Había pensado que podría adquirir la verdad plena a bajo precio. Aún no estoy listo para la Verdad. De vez en cuando ansío la paz y el descanso. Todavía necesito engañarme un poco a mí mismo con mis justificaciones y mis racionalizaciones. Sigo buscando aún el refugio de mis creencias incontestables».


domingo, 3 de mayo de 2015

Amanecer

Hoy he esperado al amanecer en la pequeña cala donde, cada agosto, la gente del mar lleva a su Cristo para que lo bendiga. Ha llegado en silencio, inundando de belleza mis ojos y de luz mi alma. Es para ti. Quiero regalarte este amanecer. Sé que te llegará allá donde estés.

Roquetas de Mar (Almería).

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikhaël Aïvanhov.

«¡Qué privilegio poder contemplar la salida del sol! Por eso, cada año, cuando vuelve la primavera, preparaos para estos momentos únicos.

Ninguna presencia en el mundo puede, como el sol, introducir en vosotros el orden y la armonía, daros la luz, el amor, la paz, el gozo. Es la fuente que brota, que vibra, que mana… Cuando logréis sumergiros en este flujo de luz, ya no podréis vivir sin él.

Y si llegáis muy pronto, antes de que el sol haya salido, para ver las primeras luces del alba, os sentís sobrecogidos por un sentimiento sagrado, como si hubieseis sido admitidos a asistir a los misterios que toda la naturaleza está celebrando. Hasta os sentís obligados a caminar de otra manera para no perturbar la atmósfera. Entráis en la verdadera poesía.

¿Cómo no desear que todos los humanos puedan un día sentir esta belleza, esta pureza, esta vida abundante, y beberla?».