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sábado, 31 de mayo de 2014

El filo de la navaja

«El hombre siempre ha ansiado un Dios personal a quien acudir en su desgracia en busca de ánimos y de confortación. Quizás en un día aún lejanísimo una más clara visión le mostrará que debe buscar ánimos y confortación en la propia alma. Creo que o Dios está dentro de mí o no está en lugar alguno».
William Somerset Maugham (“El filo de la navaja”)


“El filo de la navaja” es una novela de William Somerset Maugham, publicada en 1944. Se trata de la historia de una búsqueda, del viaje espiritual de un hombre que, insatisfecho con el tiempo y la vida que le ha tocado vivir, emprende un viaje para encontrar el sentido de su vida.

Fue llevada al cine en 1946 y en 1985. La primera adaptación, dirigida por Edmund Goulding y protagonizada por Tyrone Power (posiblemente fue el mejor papel de su carrera), es una de las historia más hermosas y filosóficas del cine clásico.

Cuenta la historia de Larry Darrell, un joven excombatiente de la Primera Guerra Mundial que está a un paso de lograr lo que muchos podrían considerar como felicidad plena: un trabajo seguro y bien remunerado, una joven esposa hermosa y rica, un gran futuro por delante, que, sin embargo, él rechaza.

Su vida cambió cuando un amigo muere en combate al intentar salvarlo. El inexorable misterio de la muerte, lo lleva a cuestionar el significado último de la condición humana y a iniciar una odisea espiritual.

Viaja a Europa en busca de respuestas y conocimientos y llega hasta la India donde descubre quién es realmente y su misión en la vida.

Es una película que nos empuja a que seamos protagonistas de nuestra propia vida, esa aventura que nos hace andar por el filo de una navaja.

El siguiente vídeo recoge la conversación de Larry Darrell con el sabio hindú. Una “joya”.



1 comentario

  1. La parte más aburrida de la película y según críticos también de la novela es la referida a la filosofía hindú, que no se sabe cuál es, ni pasa de generalidades al uso o "ladrillo" como dijo alguien de la obra literaria. Quizá lo acertado del novelista haya sido el hecho de tratar por primera vez en la literatura esta moda de época de la aspiración espiritualista como salida de una agotada aristocracia capitalista, que solo ofrece porcentajes y guerras como única salida.

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