Presentación   /   Página de Inicio   /   Frases y citas para el cambio   /   Libro de visitas
  ÍNDICES POR TEMAS O ETIQUETAS:

domingo, 24 de febrero de 2013

La viga

En el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Ohanes, pueblo de la Alpujarra de Almería, existió en su día entre los libros de apeos (documentos con registros catastrales, fueros, derechos, privilegios, sucesos históricos reseñables y jurisdicciones de un lugar), un volumen, hoy desaparecido, que recogía unos documentos fechados entre noviembre de 1734 y diciembre de 1740, que nos permiten seguir un curioso conflicto entre el ayuntamiento y el maestro.

Dichos documentos fueron publicados en 1939 en la revista “Aleteos” de Almería por los maestros Don José Carretero y Don José Miralles. No existe ningún ejemplar de esta revista, pero dichos documentos fueron reproducidos en un libro que escribieron estos dos maestros y del que existe un único ejemplar: el que mecanografiaron y encuadernaron en homenaje al antiguo alcalde de Ohanes, D. Juan Torres, ejemplar que atesora su hijo Francisco.

Estos documentos se conocieron porque fueron incluidos en el Boletín del Ilustre Colegio de Arquitectos de Granada y en la revista municipal “Plaza Nueva” de esta ciudad en su número de 1998.

Según Ramón López Domech en su artículo para La Revista Complutense de Educación, “La viga de Ohanes: algo más que un conflicto escolar en el siglo XVIII”, el castellano en que se reproducen estos documentos es demasiado actual lo que, probablemente, fue una licencia que los señores Carretero y Miralles se permitieron al copiar, para su mejor entendimiento.

Según este mismo autor, puede hablarse de tragicomedia porque provoca risa al principio, pero tiene un anunciado trágico final que no evitaron las autoridades.

Documento 1

Primer escrito del maestro al alcalde.

Este documento carece de fecha, pero por los documentos siguientes, podemos fecharlo en noviembre de 1734. Tampoco aparece el nombre del maestro que aparecerá, años más tarde, en el último documento.

“Tengo el honor de poner en su conocimiento la inquietud que me produce ver la viga que media la clase que regento, pues está partida por medio, por lo cual el terrado ha cedido y ha formado una especie de embudo que recoge las aguas de las lluvias y las deja caer a chorro tieso sobre mi mesa de trabajo, mojándome los papeles y haciéndome coger unos dolores reumáticos que no me dejan mantenerme derecho. En fin, señor alcalde, espero de su amabilidad que ponga coto a esto si no quiere que ocurra una desgracia con los niños y con su maestro, este su muy seguro servidor. Dios guarde a V. Muchos años.

Ohanes (firmado y rubricado).

Señor alcalde de Ohanes de las Alpuxarras”.

Documento 2

Respuesta del alcalde Bartolomé Zancajo.

No debía ser el alcalde muy amigo del maestro ni de la escuela porque la respuesta es espectacular:

“Recibo con gran extrañeza el oficio que ha tenido a bien dirigirme y me apresuro a contestarle. Es cosa rara que los Agentes de mi autoridad no me hayan dado cuenta de nada referente a la viga, y, es más, pongo en duda que se encuentra en estas condiciones, puesto que según me informa el tío Sarmiento, no hará sesenta años que se puso, y no creo, una vez dadas estas explicaciones que notenío (sic) por qué, paso a decirle que esos no son más que excusas y pretextos para no dar golpe. En cuanto a los papeles que se le mojan y el reuma que se le avecina, puede muy bien guardárselo a aquellos en el cajón o en su casa, y éste yendo a la escuela con una manta. No obstante, lo que antecede, enviaré uno de estos días, alguno de mis subordinados que mire lo que hay de eso. Y ojo, que su engaño le estaría estar otros seis años sin cobrar los quinientos reales de su sueldo. Dios guarde a V. Muchos años.

Ohanes veintiocho de noviembre de 1734. El alcalde, Bartolomé Zancajo (firmado y rubricado).

Señor maestro de primeras letras de la Villa de Ohanes de las Alpuxarras”.

Documento 3

Segundo escrito del maestro al alcalde.

El maestro contesta a vuelta de correo:

“Tengo el honor de acusar recibo de su atento oficio de ayer donde tiene a bien poner en duda el estado de la viga. Desde mi oficio anterior, señor alcalde, hace unos ocho meses que pasaron las lluvias del invierno, y yo siempre mirando a la viga, con la inquietud consiguiente: ¿caerá, no caerá? Y así un día y otro como si en vez de una viga fuere una margarita. Si usted no cree lo que le estoy diciendo puede mandar dos personas peritas, o venir usted mismo dando un paseíto si no le es mucha molestia, que yo no le engaño. Más que darle una idea del estado de mi clase me permito acompañarle un dibujo, tomado del natural, que le dará una estampa real de ella. Y lo del sueldo, no creo que se atreva usted a tocar los quinientos reales, porque ya sabe lo que dice el refrán: “Al cajón
ni …” En fin, señor alcalde, Dios le guarde muchos años los efectos de la viga.

Ohanes de las Alpuxarras, a veintinueve de noviembre de 1734. Partido de Uxíxar; Reino de Granada”.

Documento 4

Segundo escrito del alcalde al maestro.

El alcalde le responde casi un año después. Ahora hay una denuncia oficial, con dibujo y todo, de la dichosa viga por lo que el legajo entra en la pesada maquinaria de la administración. Todo ello en un pueblo donde el alcalde puede ir “dando un paseíto” a ver la escuela.

“Acuso recibo de su oficio de veintinueve de noviembre del año pasado y me parece excesiva tanta machaconería en el asunto de la viga. Sepa el señor maestro que si no le conviene la escuela puede pillar el camino e irse a otro sitio, que aquí para lo que enseña, falta no hace. ¿Qué le importan a estas gentes dónde está Marte, ni las vueltas que da la Luna, ni que cuatro por seis son veintisiete, ni que Miguel de Cervantes descubrió las Américas? Para coger un mancage basta y sobra con tener fuerzas para ello. No obstante, como soy amante de la curtura (sic) y no quiero que digan que ha hablao (sic) el maestro y no le trato como se debe, nombraré una comisión que informe sobre el asunto de la viga, y si resulta que usted me ha engañado, ha caído. Dios guarde a V. Muchos años. Ohanes de las Alpuxarras a quinze de octubre de 1735. El Alcalde Bartolomé Zancajo (firmado y rubricado). Señor Maestro de Primeras Letras. Localidad”.


Documento 5

Informe de los peritos acerca del estado de la viga.

Tardan siete meses en ir a la escuela.

“Antonio Fuentes Barranco, Juan González García, Maestros albañiles de la Villa de Ohanes de las Alpuxarras, informan que personados en el sitio denominado u llamado, dicho sea con perdón, la Escuela de este lugar, a las doce de la mañana del día quince de mayo de 1736 acompañados por el Señor Escribano de este Ayuntamiento, y mandados por el Señor Alcalde, opinamos y creemos y pensamos que la viga que ocupa el centro de la clase, aula o sala, que por estos tres nombres se la denomina y circunscribe, que la dicha viga no se ha movido, sólo se ha bajao (sic) cosa de diez o doce deos (sic) amenazando sólo caer pero nunca juntarse con el suelo aplastando a los que aloja dentro. Pero como quiera que la madera es un cuerpo astilloso, tiene que crujir antes de pegar el golpazo dando tiempo a que se salven por lo menos siete u ocho. Por todo lo cual, y puesta la mano en el corazón y en conciencia, decimos que el peligro que ofrece la aludida viga es un peligro leve, o sea, de poca trascendencia. Todo lo cual firmamos y no sellamos por no tener sello. En Ohanes a la fecha arriba indicada.

Antonio Fuentes (firmado y rubricado), Juan González (firmado y rubricado)”.

Documento 6

Informe del escribano de la villa de Ohanes.

El mismo día del informe de los maestros albañiles, el escribano de la villa hace el siguiente documento:

“Don Celedonio González García de García González, Escribano de la villa de Ohanes de las Alpuxarras, partido de Uxíxar, reyno de Granada. Digo y declaro y doy fe de cuanto en esta información del maestro de primeras letras de esta localidad, sobre una viga que dice el primero al señor Alcaide, o sea, el segundo, está partida en el techo de su clase. Mi informe imparcial, desapasionado y verídico como corresponde a mi profesión, es el siguiente: si la viga cae, y amenaza peligro, puede ocurrir:

a) Que mate al Maestro, en cuyo caso esta digna corporación se ahorraría los quinientos reales que le paga.

b) Que matase a los niños y no al Maestro, en cuyo caso, ocurriendo, sobraría el Maestro.

c) que matase a los niños y al Maestro ocurriendo en este caso, como suele decirse, que se mataban dos pájaros de un tiro y

d) que no matase a nadie, en cuyo supuesto no hay por qué alargarse. Examinados en derecho las causas y efectos que anteceden, emito este informe, honrado y leal, cumpliendo con ello un deber de conciencia.

En Ohanes de las Alpuxarras a quince de mayo de 1736

Celedonio González García (firmado y rubricado)”.

Documento 7

Informe final del cronista oficial de la villa de Ohanes.

El asunto acabó en tragedia seis años después.

“Yo, Don Joseph Sancho Mengíbar cronista oficial de la Villa de Ohanes de las Alpuxarras, declaro por mi honor ser ciertos los hechos que a continuación describo, para que de ellos quede constancia en el Archivo Histórico de esta Villa, lamentando que la índole de los mismos ponga un hito trágico en los bucólicos anales de este pueblo. El día catorce de octubre del año del Señor, mil setecientos cuarenta, siendo alcalde de esta Villa Don Bartolomé Zancajo y Zancajo, y siendo las doce de la mañana, se hundió el techo del salón de la escuela de esta localidad, pereciendo en el siniestro el señor maestro de primeras letras Don Menón Garrido Martín y los catorce niños que en aquellos momentos daban clase. Después de laboriosos trabajos fueron extraídos de entre los escombros los cadáveres de las víctimas y trasladados al depósito del cementerio municipal, acompañados del pueblo en masas, que era partícipe por entero del dolor que significaba tal catástrofe, ya que, a todos, más o menos directamente, les alcanzaba, dado el número tan elevado de inmolados en aras de la cultura. Abierto el oportuno expediente, se ha podido comprobar que por parte de la autoridad competente tomaban periódicamente todas las medidas encaminadas a velar por el buen funcionamiento del recinto; y como pruebas concluyentes se presentó Expediente incoado al efecto, en que dos peritos albañiles y el Ilustre Escribano de esta Villa, informaban sobre el buen estado del local en fecha muy próxima al suceso, ya que los informes datan del quince de mayo de 1736. Y para que quede constancia, lo redacta y lo firna en Ohanes de las Alpuxarras a quince de diciembre de 1740.

Joseph Sancho (firmado y rubricado)”.

Escuela rural. Albert Anker.

Desgraciadamente, sigue habiendo un sinfín de “vigas de Ohanes” que esperan en vano que los Bartolomé Zancajo de turno les presten su atención.


2 comentarios

  1. El llamado Expediente de la Viga de Ohanes se da como una historia verdadera y no lo es y no está documentado en ninguna parte ni constrastado, y sin embargo está publicado por todos sitios, y sé de lo que hablo porque me dedico a investigar sobre la historia de Ohanes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradezco su comentario. Leí la historia, me gustó y la recogí en esta entrada. Desconozco si los sucesos narrados ocurrieron realmente o solo se trata de un relato de ficción.

      Eliminar