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jueves, 29 de marzo de 2012

La entrevista

“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada”.
Ayn Rand (1905-1982)


Las palabras de Ayn Rand son una suerte de anticipo de lo que nos está pasando a los españoles y, en mayor o menor medida, a todo el mundo.

“La entrevista” es un cortometraje de Niños Cabra Producciones presentado a la décima edición del Festival Internacional de Cortometrajes Notodofilmfest (noviembre de 2011 - enero de 2012). Este festival nació en el año 2001 con la vocación de apoyar y servir de escaparate a los jóvenes creadores audiovisuales a través de internet.

Dirigido por Daniel Ortiz y Javier Díaz, se ha convertido en bandera para miles de indignados que protestan por las precarias condiciones laborales que existen en nuestro país y se sirven de este corto, que ha generado polémicos debates, para su denuncia.



domingo, 25 de marzo de 2012

Los beneficios de la risa

Está comprobado que la risa tiene propiedades beneficiosas y curativas para nuestra mente y nuestro organismo.

Las propiedades de la risa fueron descubiertas hace milenios por los sabios de China y de la India en donde existen templos sagrados donde se practica la risa que es considerada una técnica de meditación.

En Occidente, aunque se le llamó la medicina del alma desde el año 1300, las investigaciones realizadas en torno a la risa son relativamente recientes.

Sigmon Freud sostenía que reír tenía como consecuencia que el cuerpo liberaba la energía negativa.

El psiquiatra William Fry asegura que con solo tres minutos de risa plena se consiguen los mismos beneficios que diez o quince minutos de aeróbic. Hay que tener en cuenta que la carcajada obliga a que cuatrocientos músculos de nuestro cuerpo se pongan en funcionamiento.

Otros estudios han probado que una simple sonrisa activa la segregación de endorfinas en nuestro cuerpo combatiendo el estrés y provocando una sensación de felicidad

Reír disminuye los niveles sanguíneos de cortisol (hormona encargada de subir la tensión sanguínea y la frecuencia cardíaca) y aumenta la actividad de los linfocitos T (células del sistema inmunitario que combaten virus y bacterias).

Al reír también se segregan sustancias como la serotonina que tiene poderes calmantes y la adrenalina que, en este nivel, potencia la creatividad y la imaginación y favorece el consumo de calorías.

Cuando reímos mejoramos la respiración y el intercambio gaseoso ya que se crea un movimiento diafragmático y los pulmones mueven 12 litros de aire cuando normalmente, no inspiramos más de seis.

Asimismo, fortalece el corazón y, al hacer vibrar el hígado y los intestinos mediante un masaje imposible de proporcionar de otra manera, facilita la digestión, evita el estreñimiento, mejora la eliminación de la bilis y acelera el metabolismo basal.

La risa tonifica los músculos del rostro y las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.

Cuando reímos no solo nos desconectamos de todo —nos es imposible pensar— sino que también nos desinhibimos.

Si somos capaces de reírnos de nosotros mismos, somos capaces de manejar el sentido del ridículo y fortalecemos nuestra autoestima.

El buen humor nos permite también tomar distancia de nuestros problemas y observar la realidad bajo una nueva perspectiva considerando nuevas alternativas.

La risa, además de ser el antídoto de estados emocionalmente negativos como la depresión y la ansiedad, sirve como mecanismo de expresión porque a través de ella se pueden exteriorizar sentimientos.

También es importante su papel en situaciones difíciles ante las cuales, suele producirse un ataque de risa; se trata de un mecanismo para aliviar la angustia frente a una realidad que se percibe como dolorosa o negativa.

Sus beneficios sociales también son notables. La risa es el camino más corto entre las personas y es altamente contagiosa.

A medida que nos hacemos mayores dejamos de reír. En la niñez podíamos llegar a reír centenares de veces al día. Cuando somos adultos nos reímos apenas un par de docenas de veces y a carcajada limpia, tal vez no lo hacemos durante años.

He seleccionado para esta entrada el vídeo de un antiguo anuncio de Coca-cola que, con el lema “una sonrisa puede todo”, incluye la canción “When you're smiling” (Cuando estás sonriendo) interpretada por Louis Prima.



jueves, 22 de marzo de 2012

Odio religioso

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.

Le decía un turista a su guía: «Tiene usted razón para sentirse orgulloso de su ciudad. Lo que me ha impresionado especialmente es el número de iglesias que tiene. Seguramente la gente de aquí debe de amar mucho al Señor».

«Bueno...», replicó cínicamente el guía, «tal vez amen al Señor, pero de lo que no hay duda es de que se odian a muerte unos a otros».

Lo cual me recuerda a aquella niña a la que preguntaron: «¿Quiénes son los paganos?». Y ella respondió: «Los paganos son personas que no se pelean por cuestiones de religión».


domingo, 18 de marzo de 2012

Que viva “La Pepa”

Mañana, 19 de marzo, se celebra el bicentenario de la promulgación en Cádiz de la Constitución de 1812 que es conocida popularmente como “La Pepa” por celebrarse ese día la festividad de San José. Considerada como un baluarte de libertad, es uno de los textos jurídicos más importantes de España por cuanto sentó las bases de constituciones posteriores.

Desde 1808 a 1814 van a ocurrir en España dos importantísimos acontecimientos que abren el camino de su Historia Contemporánea.

De un lado se produce el alzamiento popular contra la invasión francesa, que dará origen a la Guerra de la Independencia. La invasión se había producido con el pretexto del paso de tropas francesas por España, en virtud del tratado hispano-francés de Fontainebleau, para la conquista de Portugal, cuya ocupación necesitaba Napoleón para llevar a cabo el bloqueo de Inglaterra. Las tropas francesas, al tiempo que se dirigían a Portugal, se situaban en los puntos más estratégicos de España. Napoleón había matado dos pájaros con el mismo tiro: Portugal y España estaban bajo control de sus tropas.

De otro, tras las vergonzosas renuncias de Carlos IV y Fernando VII al trono de España, conocidas como las abdicaciones de Bayona, en favor de Napoleón Bonaparte, éste nombra rey de España a su hermano José que reinó con el nombre de José I y al que los españoles consideraron un rey intruso. Ante la ausencia de un poder auténtico, se formaron Juntas Provinciales que sirvieron de base, sucesivamente, a una Junta Central, a un Consejo de Regencia y a unas Cortes encargadas, primero, de soslayar los problemas que el país tenía planteados y de protagonizar, después, la revolución española que culminaría en la Constitución liberal de 1812.

Carlos IV y su hijo Fernando VII

Así pues, se superponen dos planos en la vida española: el militar, con la Guerra de la Independencia, y el político repartido entre la Corte de José I y el naciente liberalismo de Cádiz. Dos planos que coexisten: la masa popular lucha contra el invasor, defiende la independencia, desea el regreso de su rey y apenas se preocupa de más. En cambio, la minoría de ilustrados reformistas, o bien admiten al intruso, viendo en él la posibilidad de introducir en España las conquistas de La Revolución Francesa, o bien hacen nacer en las Cortes de Cádiz el liberalismo español.

Parece ser que José I quiso reinar de buena fe e incluso apartarse en lo posible de su hermano, pero la oposición del pueblo español y los acontecimientos bélicos se lo impidieron. Sus puntos de apoyo para gobernar fueron la Constitución de Bayona (hecha sobre la base de un proyecto de Napoleón y aprobada por unas Cortes celebradas en aquella ciudad) y la colaboración de los llamados “afrancesados” que veían en la monarquía instaurada el mejor instrumento para llevar a cabo en España las mejoras de la revolución. Junto a estos afrancesados de buena fe, odiados por los patriotas en los campos de batalla y por los liberales de Cádiz, hubo hombres que se afrancesaron por puro oportunismo. La obra de estos hombres de la Corte de Bonaparte apenas trascendió.

Tras la derrota de Ocaña, la Junta Central huyó al sur, refugiándose en la isla de León y más tarde en la inexpugnable Cádiz. Allí la Junta de disolvió dando paso a un Consejo de Regencia y a una convocatoria de Cortes.

El primer problema para las nuevas Cortes fue el poder contar con diputados de todo el país que estaba dominado por los franceses. Los que no pudieron llegar fueron sustituidos por suplentes que residían en Cádiz, ciudad en la que predominaba un espíritu liberal y progresista.

El segundo problema fue la variedad ideológica de los diputados en los que se pueden distinguir tres grupos: los conservadores, partidarios del Antiguo Régimen; los renovadores, deseosos de reformas acordes con la tradición y los innovadores, que pretendían construir un nuevo país gobernado por un régimen liberal tal como el de Francia tras la Revolución.

La presencia de los diputados suplentes y el descrédito de la política tradicional hicieron que predominasen los dos últimos grupos y, sobre todo, el de los innovadores. Por ello no puede extrañarnos que las Cortes de Cádiz dieran como resultado la Revolución liberal española.

El 24 de septiembre de 1810 se inauguraban las Cortes en la isla de León. Su obra puede dividirse en dos apartados: el legislativo y el constituyente.

La obra legislativa supuso el desmantelamiento del Antiguo Régimen. Fueron abolidos los privilegios señoriales, la Inquisición, las prebendas de la Iglesia, los gremios, se proclamó la libertad de imprenta y de industria, etc.

Promulgación de la Constitución de 1812. Obra de Salvador Viniegra.

En el aspecto constituyente, el resultado fue la Constitución proclamada solemnemente el 19 de marzo de 1812. Es, si prescindimos de la de Bayona, la primera de las constituciones liberales españolas y también la más extensa, con sus 384 artículos. Junto con su extremado detallismo, es idealista y en ocasiones ingenua. De aquí que a pesar de su gran belleza formal y de su fama, extendida en su tiempo por Europa y América, haya sido históricamente poco aplicable y haya tenido, las tres veces que se ensayó (1812/1814, 1820/1823 y 1836/1837), una corta vida.

La Constitución de 1812 consagra el principio de soberanía nacional y la división de poderes con un cierto predominio del legislativo –las Cortes– sobre los otros dos. El régimen parlamentario se concreta en una sola cámara elegida por sufragio indirecto. En ella se reconoce a la Monarquía como sistema de gobierno, aunque se reducen las funciones del rey, y se acepta el catolicismo. Se establece una administración única y una sola contribución que han de pagar todos los españoles en la medida de su capacidad y al lado del Ejército, defensor de la patria frente al exterior, se funda la Milicia Nacional, defensora del régimen –el liberalismo- en el interior.

Las clases populares que habían llevado a cabo el levantamiento, se mantenían completamente al margen de esta elaboración doctrinal. La palabra “constitución” no tenía, todavía, sentido alguno para una inmensa mayoría (94% de analfabetos en 1803) que encuentra natural que el rey mande y los demás obedezcan. Estas clases populares confían mucho más en “el Rey” que en una minoría intelectual que no va a sentir la necesidad de integrar a un pueblo de analfabetos en la comunidad política que pretende edificar. Para el pueblo español el levantamiento tenía un sentido claro: echar a los franceses y reponer en su trono a Fernando VII para que volviera a mandar.

La revolución hundía sus cimientos en la arena por la escasa consistencia de nuestra burguesía y por el mutuo desconocimiento entre clases intelectuales y clases populares.

Salvando las distancias, hoy igual que ayer...

“Ángeles y Malanges”. Chirigota de Manolito Santander en el Carnaval de Cádiz 2011.

El 14 de septiembre de 1813 se cerraban las Cortes de Cádiz. Poco después terminaba la Guerra de la Independencia y, liberado por Napoleón, regresaba a España Fernando VII en marzo de 1814. El 4 de mayo de 1814 apoyado por la adhesión popular, el deseo de algunos políticos y la lealtad del ejército, Fernando VII protagonizó un auténtico golpe de estado derogando la obra de las Cortes gaditanas.


miércoles, 14 de marzo de 2012

La ecología y las personas mayores

Evelin Navarro y su abuela Carmela

La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental que genera la demanda, por parte de los seres humanos, de recursos de la Tierra en relación con la capacidad del planeta para regenerar esos recursos.

“La Huella de Carmela” es un cortometraje realizado por Evelin Navarro para el II Festival Ecológico “La Luciérnaga Fundida” que organiza la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), con el que obtuvo el segundo premio.

La protagonista es su propia abuela, Carmela, una mujer de un pueblo granadino que nunca ha salido del mismo. El vídeo busca que nos cuestionemos sobre nuestra huella que será, sin duda, mucho mayor que la de las anteriores generaciones. Para ello, muestra dos realidades: la de nuestro modo de vida, reflejada en las letras que van apareciendo al comienzo de cada escena, y la realidad de su abuela Carmela, una mujer que, aunque conoce los avances existentes, prefiere recurrir al modo de hacer tradicional en algunos aspectos de su vida.

El vídeo es un poco exagerado y algo cómico. No se trata de que renunciemos a los avances, pero sí de que recapacitemos: ¿Realmente necesitamos tanto? Lo que creemos necesario e imprescindible ¿realmente lo es?


“La onda verde”

Vivimos tiempos en los que el “Marketing verde” nos invade y pensamos que estas tendencias se debieron adoptar mucho antes por el bien del planeta. Pero ¿qué están haciendo las nuevas generaciones para no dañar el planeta y qué hacían las generaciones anteriores?

Me parece genial al respecto, el mensaje de correo electrónico titulado “la onda verde” que, desde hace tiempo, circula por internet.

«En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que tenía que traer su propia bolsa para la compra porque las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.

La señora, educada, se excusó:

—En mis tiempos no había esta onda verde…

El empleado le contestó:

—Su generación no tuvo cuidado de preservar el medio ambiente y por eso ahora tenemos un grave problema.

El cajero tenía razón: nuestra generación no tenía conciencia ecológica.

En aquel entonces, las botellas de leche, refrescos, cerveza, vino… se devolvían a la tienda que las enviaba de nuevo a la fábrica para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo. Las mismas botellas se podían usar una y otra vez.

…Pero en nuestros tiempos no teníamos conciencia ecológica.

Subíamos las escaleras porque no había ni ascensores ni escaleras mecánicas.

Íbamos a hacer la compra andando en vez de coger el coche.

La gente tomaba el tranvía o el autobús y los chicos iban andando o en bicicleta a la escuela en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi.

…Pero en nuestros tiempos no teníamos conciencia ecológica.

Lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.

Secábamos la ropa en tendederos a base de energía eólica y solar, no en esas secadoras consumidoras de energía eléctrica.

En la cocina se molía y batía a mano porque no había máquinas eléctricas que lo hicieran.

Para cortar la hierba usábamos una podadora que funcionaba “a músculo” no con gasolina o electricidad.

…Pero en nuestros tiempos no teníamos conciencia ecológica.

Los chicos no llevaban siempre modelitos nuevos y usaban la ropa de sus hermanos mayores.

Teníamos una televisión en la casa, no un televisor en cada habitación.

Teníamos un enchufe en cada habitación, no regletas de enchufes para alimentar una docena de aparatos.

Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad.

…Pero en nuestros tiempos no teníamos conciencia ecológica.

Para proteger algo frágil que teníamos que enviar por correo, no usábamos plástico para embalaje con burbujas, sino papel de periódico.

Cuando teníamos sed, bebíamos en una fuente en lugar de usar vasos o botellas de plástico cada vez que teníamos que beber agua.

Recargábamos las plumas con tinta.

Cambiábamos las cuchillas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquinilla.

…Pero en nuestros tiempos no teníamos conciencia ecológica.

No necesitábamos un aparato para recibir señales de satélites, a kilómetros de distancia en el espacio, para encontrar la pizzería más próxima.

Me parece lamentable que la actual generación nos tache de irresponsables por no tener esta onda verde en nuestros tiempos».

Yo llevo mis bolsas a la compra. Así lo hice en mi niñez y adolescencia y así lo hago en mi madurez. Siempre reutilicé las bolsas que me daban cuando hacía la compra como bolsas para la basura. Ahora tengo que comprarlas. Por eso, no creo que “el beneficiado” sea el medio ambiente. Estoy harta de que los cajeros y cajeras de los supermercados, cumpliendo órdenes, me repitan como autómatas antes de empezar la cuenta:

—¿Va a querer bolsas?

Si en un mercado te ofrecen un producto, es porque quieren venderlo. Si verdaderamente se pretende colaborar en la defensa del medio ambiente, no deben ofrecerse bolsas de plástico. Si el cliente las necesita, ya las pedirá.



sábado, 10 de marzo de 2012

Los fantásticos libros voladores

“La lectura dejó de ser un entretenimiento y se convirtió en parte de mi vida, más importante que comer, tan necesaria como soñar, un bálsamo para las heridas y un manantial inagotable de compañía”.
Maruja Torres. (“Un calor tan cercano”).


“Los fantásticos libros voladores del señor Morris Lessmore” es el cortometraje de animación, realizado por el autor e ilustrador William Joyce, dirigido por Brandon Oldenburg y producido por Moonbot Studios, ganador del Óscar 2012.

Morris Lessmore es un alegre escritor, con claros rasgos de Buster Keaton, que mientras escribe su historia, es transportado por un terrible huracán a un mundo triste y gris en el que todo es desolación y en el que, además, no puede escribir. Cuando está descubriendo este horrible entorno, encuentra una casa llena de libros con vida en la que puede saciar sus ansias de escribir, de soñar y de imaginar…

El estilo de animación, con la utilización de técnicas variadas (miniaturas, animación por ordenador, animación 2D), nos remonta a las películas mudas y a los musicales de Metro-Goldwyn-Mayer.

Esta película, de gran sensibilidad y desbordante imaginación, es un precioso homenaje al amor por los libros. Nos lleva, a través de un viaje mágico, a redescubrir cómo los libros solo viven si los leemos y cómo, a cambio, los libros hacen que vivamos más y mejor. Cuando escribimos, además, estamos creando un legado que puede ser de gran influencia para las generaciones futuras.

Se trata, en definitiva, de una hermosa alegoría sobre “el poder curativo” de la literatura.

Me ha gustado mucho la forma en que se ha retomado en el corto al personaje de Humpty Dumpty, representado por un huevo personificado, y cómo éste se comunica con el protagonista.


martes, 6 de marzo de 2012

La fuerza del grupo

La empresa belga de transporte público De Lijn —con servicios de autobús y varias líneas de tranvía— quería potenciar el uso del transporte público y para ello, lanzaron una campaña en la que, a través de unas creativas y divertidas animaciones basadas en animales, se muestran los beneficios de viajar en grupo.

Los anuncios fueron encargados a la agencia Duval Guillaume de Bruselas. El lema de la campaña: “Es más inteligente viajar en grupo. Coge el autobús”.

Me gusta este tipo de anuncios porque su mensaje es universal y sacados del contexto para el que fueron creados, pierden la conexión con la marca original.



viernes, 2 de marzo de 2012

Los muros mentales

Cuentos de Anthony de Mello


  “Marco Polo”. Loreena McKennitt.

Había una vez un rico árabe que viajaba con su caravana por el desierto. A la hora de descansar, sus esclavos se encontraron con que solo tenían diecinueve estacas para atar a sus veinte camellos. Cuando le consultaron al amo, éste les dijo:

—Simulad que claváis una estaca cuando lleguéis al camello número veinte, pues, como el camello es un animal tan tonto, se creerá que está atado.

Así lo hicieron y a la mañana siguiente todos los camellos estaban en su sitio. El número veinte había permanecido sin moverse al lado de lo que se imaginaba una estaca.

Al desatarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el número veinte que seguía sin moverse. Entonces el amo dijo:

—Haced el gesto de desatar la estaca de la cuerda pues aún se cree atado.

Así lo hicieron y el camello entonces se levantó y se puso a caminar con los demás.

Esta imagen puede ilustrar la estupidez humana cuando estamos programados por unos hábitos, por unos gestos determinados, por la costumbre… y somos incapaces de ver y decidir por nosotros mismos.

* * *

Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de la jaula.

Cuando al cabo de cinco años quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo arriba y abajo los mismos seis metros como si aún estuviera en la jaula.

…Y para él lo estaba.

Los muros que nos aprisionan son mentales, no reales.